Conclusiones y Crítica Personal
- Francisco J. Guizado B.
- 4 ene 2020
- 2 Min. de lectura
La rotación de cirugía general como parte de una de las 4 ramas básicas de la enseñanza médica ha sido enriquecedora y en extremo llena de nuevas experiencias y aprendizajes. Elegí rotar 4 semanas en el Hospital Regional de Veraguas durante 4 semanas. El objetivo de mi rotación fué poder observar procedimientos de alta prevalencia en la población panameña en el hospital de 2do nivel. De mi rotación en el HRV lo que me impresionó fue la cantidad abrumadora de procedimientos que se hacen a diario, incluso con jornadas vespertinas. La mayoría de los médicos funcionarios son cirujanos jóvenes y se mantienen actualizados en las últimas técnicas laparoscópicas y recomendaciones de manejo
En cuanto a la actividad docente, tienen un servicio organizado y disciplinado, donde las pautas quedan claras desde el primer día. Mi primera semana particularmente no tuvo programa quirúrgico debido a la Operación Sonrisa. Sin embargo, la segunda semana me demostró que solo fue un caso aislado. Los cirujanos funcionarios, los residentes y los médicos internos dispuestos siempre a responder nuestras dudas.
Particularmente útil fue darme cuenta lo sencillo que fue adaptarme a las rutinas de lavado de manos, vestir y enguantado en el SOP debido a que lo habíamos visto con detenimiento en un taller durante clases. Esto me demuestra de los esencial de ese taller en particular (lavado de manos, como vestirse y enguantado, como moverse en SOP) antes de ir a las rotaciones hospitalarias. Esto es así porque no siempre todos los preceptores tendrán el tiempo de enseñarte desde cero y es más sencillo si ya hay nociones.En general considero mi rotación en el HRV una experiencia bastante completa y con gran cantidad de oportunidades para poner en práctica procedimientos que me serán de utilidad en el ya próximo internado.
Me queda solo por agregar, a manera de crítica constructiva y por iniciariva personal; que el uso del teléfono en el salón de operaciones y curaciones menores de ser abandonado, el mismo pone en riesgo la asepsia y antisepsia de los operantes al agregar un circulante más en el salón o al tener que realizar paradas durante las visitas o pausar mi trabajo de sala para tratar de convencer al paciente de darme permiso para tomar imágenes de sus heridas, es una práctica que consideré incómoda para el paciente tratado, este solo busca alivio de su dolor, más que ser observado y estudiado en condición donde se encuentra expuesto y vulnerable.
Por otra parte pude percibir que el paciente quirurgico es un paciente en un ambiente muy avasallador, por mencionar algunos ejemplos el frío del SOP, todo el personal uniformado con solo los ojos a la vista, las luces, la misma condición del enfermo, entre otros; favorecen el aumento del estrés pre-SOP de cada paciente. En estas circunstancias, donde el paciente solo busca alivio de su condición mientras esta expuesto, consideré el solo tomar la foto para mi portada. Los pacientes de áreas rurales e indígenas suelen ser recelosos del trabajo del equipo médico, por lo que consideré innecesario el pedir fotos de sus lesiones (aunque sea por fines académicos) .
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